
lunes 2 de abril de 2007
Me llamo Juan, y soy uno de los apóstoles de la Iglesia pobre de Cristo. Hasta hace menos de dos años un ateo en potencia, porque pensaba y sigo pensando, pero de manera distinta, que todas las religiones del mundo son una farsa, una farsa impuesta por las sociedades y gobiernos, con el propósito de evangelizar instituciones, para sacar beneficios a costa de los pobres del mundo y cegarlos de la sabiduría, con el fin y el propósito de que nadie piense mas haya de los dictados que imponen las Iglesias y el capitalismo egoísta de aquellos que tienen el poder. Poder para hacer que las personas crean lo que a ellos les sea conveniente, con el fin de sacar beneficios a costa de la ignorancia. Una cosa que me llama mucho la atención es que; tanto en religión como política los extremos se tocan, por que las dos partes persiguen exactamente lo mismo, beneficios y mas beneficios. En este año conocí a Cayetano, chueta judío de Mallorca,una persona entrañable y con un espíritu de vida jovial. A sus ochenta y ocho años de edad y con la carga que presuponía su ceguera, la artrosis y el reúma que le postraba en un pequeño sillón de su casa, esto no le quitaba de predicar al Cristo de los pobres a toda persona que venia a verlo. Siempre estaba dispuesto aún a costa de sus dolores, a predicar sobre el espíritu de vida que todo ser humano lleva dentro de su ser. Y este espíritu de vida es el Cristo.
Tengo que decir que, a raíz de este encuentro con Cayetano, muchas de mis dudas en cuanto a la verdadera imagen del Cristo, me abrieron un camino o fe, que mas tarde se ha vuelto una forma de vida. Todo ser humano debería de concienciar y dar todo lo que hay de bueno en su corazón, porque estoy seguro que esta faceta del ser humano, "espíritu viviente de Dios"no es nada imposible si se vive al Cristo. Conocí a Cayetano demasiado tarde, siento que nos dejara tan temprano, cuando yo precisamente empezaba a conocerlo como persona y su mensaje que daba a todos los pobres del mundo, a todos los capitalistas, y, a todas las religiones del mundo. El nos decía; vivir al Cristo, cada uno para si mismo en nuestras casas, predicando gratis, y no como las religiones que buscan adeptos para fortalecer los cimientos de un templo o de una Iglesia. Los capitalistas que tienen el dinero y el poder en la sociedad, han de vivir al Cristo y, de esta manera los pobres no serán esclavos asalariados, sino que las riquezas se repartirán equitativamente para que el mundo goce de una buena salud interna en el espíritu de cada hombre. De esta manera, la humildad, la bondad y el amor hacia el prójimo abrirá las fronteras en un mundo sin guerras, sin padecimientos, sin hambre y miserias porque este es el verdadero camino que conduce a la plenitud de nuestro espíritu en Cristo.
Antes para mi Dios no existía, ahora se que el pensamiento del espíritu y la existencia misma de todo ser y todas las cosas que componen los Universos Son el Cristo el espíritu de Dios mismo. Y este es en esencia el gran mensaje a la humanidad. Ricos y pobres somos espíritu de Dios, la vida misma es el Cristo por eso nos decía Cayetano que tenemos que vivir la vida sin ensuciarla y acordarnos del maestro Jesús de Nazareth cuando nos decía; "el reino de Dios esta aquí entre nosotros" Siempre ha estado y estará, hasta el fin de todas las cosas".
1064 Juan, apóstol de la iglesia Pobre de Cristo
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